■ Competencia continúa la investigación en el sector de la automoción

El organismo supervisor estudia los presuntos pactos de precios e intercambio de información en la distribución de coches.




La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) continúa inmersa en su investigación a gran escala abierta el año pasado a fabricantes y redes de concesionarios por pactar, presuntamente, precios y condiciones comerciales e intercambiar información sensible en el negocio de la distribución de vehículos en España. Para ello, “tras el análisis de la documentación”, el supervisor ha decidido incluir recientemente a otras once empresas: Automóviles Citroën España, B&M Automóviles España (distribuidora de Mitsubishi), BMW Ibérica, Chevrolet España, Mazda Automóviles España, Mercedes Benz España, Orio Spain (distribuidora de Saab), Peugeot España, Porsche Ibérica, Renault España Comercial y Volvo Car España. Con éstas compañías, el expediente abierto engloba ya a 24 marcas, mientras se examina, además, el papel que han podido desempeñar dos firmas consultoras que realizan informes de referencia en el sector (Snap-On y Urban Science), y el trabajo de más de un centenar de concesionarios. Las empresas afectadas por la investigación guardan silencio a la espera de que Competencia decida sobre los expedientes.

Indicios fundados
De momento, el regulador ha investigado también a más de un centenar de empresas por posible pacto de precios y condiciones comerciales y, recientemente, ha ampliado este expediente a 18 concesionarios más por considerar que existían “indicios racionales” de vulneración de la competencia “consistentes en acuerdos para el intercambio de información comercialmente sensible y estratégica entre empresas”. Por su parte, fuentes del sector aclaran que se trata, sobre todo, de intercambio de datos sobre la rentabilidad de la red de distribución.

No prejuzga
Las conductas que se investigan se consideran infracciones muy graves y pueden suponer una multa de hasta el diez por ciento del volumen de negocio total de las entidades infractoras en el ejercicio inmediatamente anterior al de la imposición de la multa. Si el supervisor determinara finalmente la existencia de prácticas anticompetitivas en la venta de automóviles, bien a través de las distribuidoras de los fabricantes, o de la red de concesionarios, esto supondría un duro golpe para el sector. No obstante, la CNMV recuerda en un comunicado que la ampliación de la incoación “no prejuzga el resultado final de la investigación” y que se mantiene vigente el periodo máximo de 18 meses desde la fecha en la que se abrió la investigación “para la instrucción y resolución del expediente”.


El dato:
Diligencias.
La investigación comenzó en verano de 2013 e implicó inspecciones de las firmas afectadas, además de dos expedientes sancionadores que vinculaban a los fabricantes y sus distribuidoras y salpicaba a todas las grandes marcas, y un segundo expediente que apuntaba directamente a los concesionarios. Las compañías vigiladas entonces fueron Chrysler España, Fiat Group Automobiles Spain, Ford España, General Motors España, Honda Automóviles España, Hyundai Motor España, Kia Motors Iberia, Nissan Iberia, Peugeot Citroën Automóviles España, Renault España, Seat, Toyota España y Volkswagen Audi España.