■ Entrevista: Carmelo Febles / Jefe del departamento de Mantenimiento de vehículos autopropulsados del I.E.S. La Laguna.
“El perfil del mecánico actual ya no tiene nada que ver con el que había hace 15 o 20 años”
Para conocer de primera mano los puntos
fuertes y actuales carencias de la Formación Profesional (FP) en la rama de
mantenimiento de vehículos, Motormática ha hablado con Carmelo Febles, jefe del
departamento de Mantenimiento de vehículos autopropulsados (Automoción) del
I.E.S. La Laguna, que destaca el intento de ampliar la formación práctica e
incidir en el reciclaje continuado para mantener el buen nivel profesional de
las Islas.
-Uno de los grandes problemas que tenemos
actualmente en Canarias es la falta de profesionales cualificados en la mayoría
de los sectores industriales. ¿Cómo cree que están de preparados nuestros
mecánicos?
-A la vista de los recursos de los que
disponemos, aunque están preparados a un nivel bastante alto, siempre es
mejorable. Evidentemente, como el mundo del automóvil está en continua
evolución tecnológica, siempre vamos detrás de la tecnología y tampoco podemos
tener todo el material que sale. No obstante, los alumnos, cuando llegan a la
empresa, reciben una formación adaptada ya a la marca. Y hay una formación
permanente a lo largo de la vida profesional. Cualquier mecánico deberá estar
siempre reciclándose.
-¿Considera que el tiempo de formación
actualmente exigido es suficiente? ¿Añadiría más prácticas o contenidos?
-Se ha planteado varias veces, en las
reuniones de coordinación de la familia, que en realidad haría falta casi un
curso más pero la duración viene implantada por los acuerdos europeos y no es
posible ampliarla. Eso implica que hay que condensar, quitar contenidos
obsoletos e incorporar otros nuevos. Un ejemplo lo tienes en los híbridos. Ya
están en el mercado los coches eléctricos y todavía, en los temarios, se está
haciendo la introducción al tema. La tecnología va siempre por delante. Por
otro lado, la formación es muy amplia. Nosotros no podemos educar a un alumno
para un campo determinado o para una empresa en concreto, porque las salidas
son múltiples.
-¿Demandan más prácticas los alumnos?
-El curso que viene se va
a poner en marcha la modalidad de enseñanza dual, que es un sistema alemán por
el que el alumno pasa entre un 30 y un 80 por ciento del curso haciendo
prácticas en una empresa. También es verdad que el mercado laboral aquí es muy
distinto al de países como Alemania, pero se pretende que haya muchas más
prácticas de las que hay ahora.
-Las cifras demuestran que los ciclos
formativos en la materia atraen cada vez a más titulados universitarios. ¿Qué
opina usted al respecto?
-Ahora mismo tenemos muchísimos alumnos de 25 o 30 años que habían abandonado los estudios por cuestiones del boom de la
construcción, y que han retornado al sistema educativo. Por otro lado, es
verdad que la universidad no es la panacea, así que también tenemos estudiantes
que se matriculan y piden plaza en la facultad y en FP y, dependiendo de si
consiguen entrar donde quieren o no, vienen. En esta opción ven un camino más
práctico hacia el mundo laboral que no les impide continuar estudiando después
en la universidad.
-En lo que respecta al temario actual, ¿cree
usted que se tiene en cuenta la normativa ambiental y la concienciación sobre
su cuidado durante el ejercicio laboral?
-Está en los temarios. Se procura dar todo lo
que se pueda, pero aquí nos encontramos con una gran diferencia. Hay centros en
la red de centros integrados, que es un programa de desarrollo de calidad de la
Consejería, que cuentan con unos controles distintos a los habituales porque
el sistema así se lo exige. Y, en cambio, hay otros que todavía no están dentro
de ese sistema. Pero eso no impide que, dentro de nuestras limitaciones,
tratemos de llevar la recogida de residuos de la mejor forma posible.
-¿Existen diferencias notables, a su juicio,
entre la enseñanza privada y la pública en lo que respecta a esta materia?
-La demanda que existe es muy alta, puesto
que los avances tecnológicos son cada vez mayores. Hay dos caminos de
formación: uno es la propia empresa, que forma a sus profesionales porque lo
exige la marca y otra es la de la formación reglada de los centros integrados,
que van a tener que desarrollar esa doble vertiente, es decir, la formación
escolar normal y la continua para esos profesionales. Hasta ahora, esa
formación la ha estado impartiendo el Icfem y nosotros colaborando con
empresas, que a veces nos piden nuestras instalaciones para impartir cursos de
formación.
-Debido a los continuos avances tecnológicos
en la industria automotriz, cada vez se solicita un mayor número de mano de
obra cualificada y especializada. Con respecto a los que ya son profesionales
del sector, ¿cree usted que realizan suficientes cursos de actualización?
-El sector de la
automoción y de las ventas ha bajado muchísimo. Prácticamente todas las marcas
tienen, si no un expediente de regulación, ajustes de plantilla. No obstante,
este es un sector muy amplio, no solo contempla el automóvil en sí. También hay
divisiones como el de las obras públicas; mantenimiento de maquinaria diversa;
algunos chicos también pueden conseguir, a través de esta formación, trabajar
en mantenimiento, en la industria hotelera y al final nos queda también lo de
siempre, la emigración, ya que la gran demanda que se está pidiendo es de
técnicos, gente cualificada.
-¿Cuáles son las expectativas ocupacionales
reales, en Canarias, para los actuales estudiantes de mecánica?
-El sector de la automoción va creando unas
pautas: los vehículos actuales hacen que, cada vez más, el mecánico tenga que
tener mayor conocimiento de lo que es la electricidad, la electrónica, el
manejo de herramientas sofisticadas, los ordenadores y la informática. Es
decir, el perfil del mecánico ya no tiene nada que ver con el que había hace 15 o 20 años. Es un técnico que maneja equipos muy sofisticados y tecnología muy
desarrollada.
Texto: Melanie Reiriz.
Foto: Astrid Torrehille/Motormática.