Un
proyector DLP, en lugar de faros o conjunto de LEDs, ofrece la luz más
brillante del mercado
El equipo de investigadores
de Srinivasa Narasimhan y Robert Tamburo, de la Universidad Carnegie Mellon en
Pittsburgh (Pensilvania, Estados Unidos) ha creado un sistema inteligente y
programable de faros para automóvil que permite al conductor aprovechar su luz
al máximo sin deslumbrar a quienes se acerquen de frente, ni resultar
deslumbrado él mismo por el brillo que se genera al iluminar la lluvia o nieve
de noche. Estos focos detectan a los vehículos que se aproximan y realizan un
seguimiento de los mismos, permitiendo bloquear la luz que desprenden solamente
en las parcelas del haz proyectado, que de otro modo alcanzarían el parabrisas
de los coches que se aproximan.
Asimismo, en
situaciones meteorológicas adversas el sistema mejora la visibilidad del exterior
al hacer un seguimiento de los copos o gotas individuales en las inmediaciones
del automóvil y bloquea los finísimos rayos de luz del haz del faro que, de
otro modo, incidirían sobre dichos copos o gotas cercanos y se reflejarían de
vuelta hacia el automóvil, deslumbrando
al conductor.
Funcionamiento
El innovador dispositivo se
sirve de un proyector DLP (en inglés de Digital Light Processing o
Procesamiento Digital de la Luz) en vez de un faro típico o de un conjunto de
LEDs y, sin embargo, es más brillante que los reflectores disponibles en el
mercado. Esto permite dividir el haz de luz en un millón de rayos delgados,
cada uno de los cuales puede ser controlado de manera independiente por el
ordenador de a bordo.
La cámara del sistema
vigila la carretera efectuando un seguimiento de los vehículos que se acercan,
de las ocasionales gotas de lluvia o copos de nieve que caigan y de otros
objetos de interés como las señales de tráfico. Seguidamente, ajusta los rayos
de luz e impide que estos incidan sobre el parabrisas de otro vehículo mientras
que, el resto de ellos, pueden iluminar normalmente todo lo demás, incluyendo
las señales de tráfico.
El tiempo que transcurre
desde la detección por la cámara hasta la corrección de la luz es de entre 1 y
2,5 milésimas de segundo y no supone diferencias significativas en la
iluminación general, a pesar de la rapidez de estos constantes cambios en la
configuración del foco de luz. Por esa razón, el usuario normalmente ni se
percatará de ellos. No obstante, hay una serie de especificaciones para el
correcto funcionamiento del sistema. Entre ellos destaca la velocidad del
automóvil, que no debe superar la normal en una autopista, sobre todo en casos
de lluvia y nieve. Con tiempo adverso el sistema solo puede reducir eficazmente
el brillo indeseado si el automóvil circula a baja velocidad.
EL DATO:
Otras utilidades
El sistema de faros
“inteligentes” puede ser de gran utilidad también en los casos en los que el
conductor circule por carreteras con la pintura de las rayas deteriorada o
cuando la nieve dificulte ver los bordes. En esas situaciones puede emplearse
para proyectar líneas que marquen mejor el carril al automovilista. Además, si
el sistema trabaja conectado a un dispositivo de navegación, los faros
programables también pueden proyectar flechas u otras señales direccionales
sobre puntos de la carretera para indicarle al piloto dónde debe girar o hacer
otras maniobras exactamente.
FOTO: Motormática.