■ Volkswagen Transporter T2: de multiusos a coche de culto



El “abuelo” de los actuales vehículos comerciales de la firma se retiró tras 56 años de actividad y más de 3,9 millones de unidades producidas.

 

Pocos modelos en la historia del automóvil han alcanzado la categoría de mito y han marcado el fin de una era. Sin embargo, pese a su versatilidad y a llevar más de cinco décadas en circulación, la estricta normativa actual en materia de seguridad y emisiones ha representado, para la segunda generación del Volkswagen Transporter (T2), también conocido como Kombi, el fin de su producción. El T2 se ve incapaz de cumplir en el futuro con estas exigentes políticas y, por eso, ha cerrado una auténtica carrera de éxito con la serie especial ‘Last Edition’, de 1.200 unidades, que finalizó su producción el pasado 20 de diciembre de 2013 en Brasil.

Características
El T2 se presentó en 1968 para sustituir al exitoso Transporter de primera generación, el T1 de 1950. Inicialmente se exportaba, pero a partir de 1971 se empezó a producir en México y en 1975 en Brasil, donde hasta el 2013 evolucionó de distinto modo al europeo. Su diseño exterior, totalmente renovado respecto al T1, contó con un frontal modificado con intermitentes más bajos, ventanas laterales más grandes, puertas correderas de serie y parabrisas panorámico. Las características técnicas incluían suspensiones modificadas para un menor mantenimiento en el eje delantero y una suspensión trasera de brazos oscilantes longitudinales. El motor de cuatro cilindros trasero refrigerado por aire se mantuvo con los iniciales 47 CV, pero situado más bajo, lo que permitió más espacio de carga. También ganó 160 mm de longitud respecto al T1, incrementando hasta los cinco metros cúbicos el espacio de carga tras los asientos delanteros.

Continuos avances
El Transporter se diferenció significativamente de otros vehículos comerciales de su época por su alto estándar de seguridad que incluía medidas inusuales incluso hoy en día. Aparte, las versiones de pasajeros, ‘Clippers’, estaban lujosamente equipadas y fueron la plataforma ideal para los camper. En la década de los 70, Westfalia alcanzó un hito en diseño con su versión ‘Berlín’, que incluía cocina en el lado izquierdo, asientos en el derecho, opción de asientos centrales y techo tipo pop-top. En esos años también destacaron las versiones ‘Kombi’ y ‘Panelada’.
El T2a de 1971 sufrió importantes modificaciones en seguridad. Los frenos de disco delanteros pasaron a formar parte del equipamiento de serie, se sustituyeron las luces posteriores por grupos ópticos múltiples mayores y se amplió la toma de aire del compartimento del motor. Además, el modelo de 1973, punto de partida para el T2b, incluyó intermitentes sobre las luces y parachoques delantero sin plataforma de entrada.
Volkswagen trabajó también con motores eléctricos Siemens, al tiempo que se plantearon prototipos híbridos de solo once baterías y menos potencia, un precursor en tracción a las cuatro ruedas, y el que marcó el final de la producción alemana, el ‘Silver Fish’, que incorporó un motor de 2 litros y 70 CV con caja de cambios automática.

Producción brasileña
A principios de los 70, la firma logró récords de ventas y de exportación del T2 a Estados Unidos y Sudamérica debido a su bajo coste y al auge del movimiento “hippie”, que lo adoptó como icono. A partir del 79, Karmann-Ghia do Brazil produce el bus ‘Karmann’ y, durante un tiempo, incluso una ambulancia creada por la compañía. Sin embargo, a diferencia de México o Alemania, el T2 brasileño (apodado T1,5 por incluir los paneles laterales del T1 y el motor 1.6 del germano), alcanzó los 100 km/h y, tras dos años, con un carburador doble aumentó su potencia a 56 CV.
Los primeros desarrollos avanzados no europeos que llegan al mercado brasileño en 1981 son la doble cabina y un motor diésel de 1,6 litros refrigerado por agua, de 50 CV, montado en posición vertical. Además, se introducen los frenos de disco delanteros, los cinturones de seguridad y la palanca de freno de mano bajo el salpicadero. En los años siguientes no hay grandes variaciones salvo las vinculadas a la evolución de la normativa.
En 1996 se lanza el T2 ‘Nova Kombi’, con un sistema de inyección Bosch MP9 que genera 58 CV a 4.200 rpm. Y, posteriormente, el ‘Carat’ que también se adopta en México como modelo ideal para recreo, familias y trabajo.

Producción mexicana
En México, mientras, en 1988 se lanza el ‘Caravelle’ con un gran equipamiento. Todos los modelos de pasajeros incorporan el motor en línea refrigerado por agua, el motor 1.8 y los parachoques de plástico negro. En 1991 en el motor ya no hay carburador, sino un sistema electrónico de inyección con encendido, también electrónico, que facilita una potencia máxima de hasta 80CV. No obstante, tan solo cinco años después, se detiene la producción del T2 en México y todos los sistemas se trasladaron a Brasil. También, el modelo Pickup cesó su producción en 2000, al igual que la versión de motor de 67 CV adaptado para funcionar con etanol, mientras el Furgao (furgoneta) se detiene en 2002, cerrando la era el T1,5. Desde entonces, los únicos T2 puros que quedan son el ‘Kombi estándar’ (minibús y furgoneta) ‘Kombi Carat’ (7 plazas), ‘Kombi-Escolar’ (minibús escolar) y ‘Lotacao’ (12 plazas). En diciembre de 2005, el ‘Prata’, modelo especial limitado a 200 unidades, marcó el final del motor refrigerado por aire.

EL DATO
La última edición
El ‘Last Edition’, producido especialmente con ocasión del cese de su fabricación, ha sido la última joya de la corona. Ofrece características exclusivas como una pintura en dos colores, un lujoso acabado interior y unos elementos de diseño reminiscentes de las distintas versiones que se han hecho desde 1957. Esta versión especial se produjo en una exclusiva edición limitada de tan solo 1.200 unidades, después de que las 600 unidades previstas inicialmente se agotasen rápidamente.
El número 1.200 era el único que no estaba en venta. Fue cuidadosamente embalado y enviado, el pasado mes de enero, a su destino final, el Centro de Exposición Oldtimer de Volkswagen Vehículos Comerciales en Hanover (Alemania), donde tuvo su merecida retirada.

FOTO: Volkswagen.