■ Toyota y su nueva arquitectura global TNGA




Este método de fabricación y producción de automóviles que aumenta su compromiso con el medio ambiente y ahorra costes.

El último proyecto de plataforma global de construcción de automóviles lo protagoniza Toyota Group con su nueva arquitectura global TNGA (Toyota New Global Architecture). Ésta se unirá a las ya conocidas plataformas MQB del grupo Volkswagen y EMP2 de PSA. Las plataformas modulares o métodos de fabricación comunes en los grupos automovilísticos se van haciendo poco a poco más comunes.
La importancia de la arquitectura TNGA del gigante japonés residirá en crear y desarrollar un buen molde, una buena y sólida base sobre la que se sustentará prácticamente todo el proyecto de fabricación de un coche. Con este molde maestro, según afirma Toyota, se producirán vehículos de tamaño medio y grande. De hecho, el grupo ha confirmado que el primer automóvil fabricado con la plataforma TNGA estará listo a lo largo de 2015. Y después de este primer vehículo, vendrán otros muchos más, hasta el punto de que en 2020 aproximadamente la mitad de los coches de Toyota que se vendan en todo el mundo tendrán genes TNGA.

Nuevos sistemas
Los nuevos y versátiles sistemas de propulsión, más eficientes, se producirán en las versiones híbridas y en los coches impulsados por motores de combustión interna de gasolina y Diesel. La recolocación del motor también aportará su nota positiva en ofrecer un centro de gravedad más bajo, lo que permitirá a los nuevos coches ir más pegados al asfalto y los hará más ágiles desde el punto de vista de la conducción. También habrá nuevas cajas de cambio.

Chasis y carrocería 
La compañía también desarrolla nuevos esquemas para suspensiones y piensa aumentar la rigidez torsional de la carrocería entre un 30 y un 65 por ciento. Por otro lado, va a emplear técnicas de ensamblaje de componentes más eficaces con soldaduras de tipo láser.

Fabricación sostenible
Se invertirá en fábricas y capital humano para mejorar los procesos de fabricación. Así, con el paso del tiempo, se pretende obtener beneficios al reducir los costes de producción. El ahorro final en los procesos también llevará aparejada una importante mejora en la sostenibilidad, con la implantación de técnicas de fabricación y materiales más eficientes. El beneficio económico del ahorro de costes se reinvertirá en la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías. 

Foto: Toyota.