Esta tecnología evita accidentes por pérdida de presión rápida
La vida útil de los neumáticos está sometida a continuas variaciones en
las condiciones de carga y uso que limitan
e influyen en la longevidad de su estructura. Los posibles daños producidos por
cortes, pinchazos y lesiones debidos a golpes causan efectos indeseados que
pueden desembocar en la pérdida de presión rápida o paulatina, el desgaste de
las estructuras por la influencia del tiempo y la corrosión (que deja al
descubierto partes de acero o textil), o las conocidas como abolladuras en la
banda de rodadura y costado, debidas al paso de la presión de la rueda hacia
partes exteriores del neumático.
Estos condicionantes externos hacen que los fabricantes de neumáticos
recomienden que el conductor los inspeccione al menos una vez al mes o antes de
un largo recorrido. Ruedas con una presión inferior a la recomendada, al igual que con una
superior, tienen un mayor desgaste, aumentan el consumo de combustible y pueden
sufrir daños graves que desencadenen en la pérdida total de presión durante la
marcha, con el consiguiente peligro para ocupantes y demás participantes del tráfico.
Rodar sin presión
Los neumáticos Runflat (en castellano “rodar desinflado”) son un
recurso cuya tecnología es capaz de evitar accidentes producidos por la pérdida
de presión brusca y radical. Además, otras de sus cualidades son convertir la rueda de repuesto en
un elemento innecesario, ahorrar peso y economizar combustible.
Prácticamente todos los fabricantes suministran en la actualidad este
tipo de neumáticos y cada uno tiene su propia designación para este sistema:
EMT (Extended Mobility Technology) y ROF (RunOnFlat) de Goodyear, SSR
(Self-Supporting Runflat Tire) de Continental, ZP (Zero Pressure) y PAX de Michelin,
DSST (Dunlop Self Supporting Technology), BSR (Bridgestone Support Ring) y RFT
(Run Flat Tecnologie) de Bridgestone, o RSC (Runflat System Component) de
vehículos de BMW.
Diferentes métodos
Existen varios tipos: El primero consiste en introducir un soporte
interior en el que se apoya la banda de rodamiento cuando falta presión en el neumático.
El segundo, por su parte, se fundamenta en el refuerzo de los flancos con el fin
de limitar la deformación de la rueda durante la pérdida de presión. Ese diseño
especial que refuerza las bandas se fabrica con un compuesto que proporciona
mayor rigidez y permite al neumático soportar el peso de todo el vehículo, aunque
esté totalmente desinflado. Algunos modelos, como los RunOnFlat de Goodyear,
incluyen también una capa de nylon enrollado en espiral bajo la banda de rodadura
que les facilita girar sin sobrecalentarse, incluso a alta velocidad. Así, el
vehículo puede seguir circulando entre 80 y 300 kilómetros a una velocidad de
unos 80 km/h (este dato puede variar según el fabricante) hasta el taller o
estación de servicio más próximo. Esta característica es esencial cuando se usa
un neumático con poco aire o sin aire.
Sistemas de medición
El comportamiento de los neumáticos Runflat se asemeja al de los
tradicionales cuando están totalmente deshinchados y tienen una presión de
inflado de 1-1,2 bar (14,5 - 17,4 psi). No obstante, dado que el conductor es
incapaz de percibir la cantidad de presión de una rueda, todos los vehículos
equipados
con esta tecnología incluyen obligatoriamente un sistema de control de
presión de neumáticos o TPMS (Tyre Pressure Monitoring System) que le informará
sobre posibles pérdidas de aire en cualquiera de las ruedas.
Los automóviles que carezcan de TPMS no deben equiparse con este tipo
de llantas. La inclusión de este dispositivo es forzosa desde el 1 de noviembre
de 2012, únicamente en los coches de clase M1 con un máximo de ocho plazas
excluyendo el asiento del conductor. No obstante, pasó a ser obligatoria en
todos los automóviles desde el 1 de noviembre de 2014.
Elección adecuada
No se deben mezclar neumáticos normales con los Runflat porque, debido
a sus particulares propiedades, éstos reaccionan de manera diferente a los
tradicionales en situaciones de emergencia o avería.
Además, según la tipología y el modelo del neumático, se exige el
montaje de una llanta especial. Se trata, por ejemplo, de las llantas EH2 en vehículos
de BMW, con doble refuerzo más elevado y desplazado ligeramente hacia el interior
de la rueda y con una base más profunda que evita que el neumático se separe de
la cubierta al circular sin aire.
En cuestión de confort, debido a su mayor resistencia a la rodadura y
los refuerzos incorporados, conducir un vehículo con neumáticos Runflat suele
ser menos cómodo que con los estándar de alta gama. Sin embargo, las continuas
mejorías que se están aplicando hacen que ya, en algunos casos, la diferencia sea
casi imperceptible.
Montaje y reparación
El montaje de estas piezas en el taller implica contar necesariamente con
un equipamiento especial y personal técnico formado en el manejo y acoplamiento
de estas cubiertas.
Por otra parte, en caso de deterioro de las mismas, los fabricantes desaconsejan su reparación
debido a que en algunas ocasiones, como puede ser después de un pinchazo, es
difícil verificar el estado estructural del neumático si ha rodado sin aire o
si puede haber sufrido otros impactos exteriores.
Foto: Motormática.