■ La lucha de los talleres por sobrevivir a la crisis


Problemas más acuciantes y estrategias usadas por los talleres para salir adelante.


El sector del automóvil vive momentos críticos en todos sus ámbitos. A la caída de la venta de vehículos se une que la crisis ha provocado una menor entrada de autos al taller (lo que ha causado que muchos de ellos no logren sobrevivir) e, incluso, que ya no se mande casi nada a desguace porque ahora se vende lo que antes se descartaba. Por otra parte, para empeorar más las cosas, los malos tiempos despiertan la picaresca y proliferan los talleres ilegales e, incluso, las estafas a los distribuidores por parte de falsos mecánicos. Aparte, se han generado nuevos fenómenos que también afectan a los profesionales: la aparición de la autoreparación como solución de muchas familias que intentan cuadrar sus cuentas mensuales procurando reducir los gastos en todo, incluido en el mantenimiento de su vehículo; o la preferencia de cada vez más automovilistas que se inclinan por acudir al taller con los recambios comprados.

El círculo de consumo en el que gira la economía y la sociedad española, y los cambios de conducta empujados por las necesidades sobrevenidas de la crisis, traen efectos negativos al sector y a terceras actividades. A este respecto, por ejemplo, la aparición de webs de venta de repuestos online, con precios a primera vista más competitivos, ha alterado el modelo actual de rentabilidad del sector de la reparación y ha conducido a que el automovilista otorgue menos valor al taller y a sus tarifas, según informa la compañía GT Motive en un reciente estudio. La primera consecuencia ha sido su negativa influencia en la inversión de estos negocios en formación, nuevas tecnologías y herramientas que suponen un gran esfuerzo.

A pesar de todo, la crisis agudiza el ingenio, sobre todo en el mundo empresarial, y eso ha llevado a muchos profesionales a buscar soluciones muy válidas que pueden dar ideas diferentes y marcar un nuevo rumbo para el sector. Dos de las que están dando mejores resultados son unirse y trabajar en red, o poner a disposición de los clientes de compañías aseguradoras con las que trabajan, la disponibilidad de vehículos de sustitución cuando su coche se encuentra en el taller.



La autoreparación

Según los datos proporcionados por el Observatorio Cetelem, seis de cada diez conductores que realizan el mantenimiento de su vehículo fuera del concesionario donde adquirieron el automóvil, lo arreglan por sí mismos. La autorreparación o bricolaje del automóvil ha provocado un descenso del 34,2 por ciento de las entradas al taller en los últimos tres años, con los consiguientes riesgos que sobre la seguridad vial, el medio ambiente y la aparición de grandes averías tiene esta práctica. Pero, a pesar de ello, en este sentido, GT Motive indica que esta tendencia crecerá en los próximos años y que también será más común ver a automovilistas acudir al taller con los recambios comprados.



Los clientes traen las piezas

Los clientes acuden cada vez con más frecuencia a los centros profesionales con las piezas necesarias para el arreglo de su vehículo en la mano y la intención de pedir que un experto se las instale. El material es nuevo y previamente comprado en tiendas de recambios on-line. Ante proposiciones similares, muchos mecánicos declinan este tipo de trabajos sabedores de que, a corto plazo, realizar estos servicios se puede volver en su contra. Se desconoce la garantía y el estado real de esas piezas y, además, lo que pide el usuario puede no ser lo que realmente necesita su coche. Por no hablar de que cualquier reclamación como consecuencia de algún contratiempo tras la reparación, la sufre el profesional.



Talleres ilegales

Otro episodio cada vez más habitual es aquel en el que el interesado solicita un presupuesto para el mantenimiento o reparación de su vehículo, el taller lleva a cabo el diagnóstico con cierto nivel de detalle, se lo entrega al cliente y éste da su conformidad reservando fecha para llevar el automóvil. Por desgracia, nunca viene. Se ha llevado el parte del coche y, seguramente, un amigo o un taller clandestino se lo arregla siguiendo las instrucciones detalladas por el mecánico en el diagnóstico.



Desguaces en apuros

Los encargados de recoger vehículos dados de baja para la circulación, sufren un periodo de importantes dificultades y, en muchos casos, se debaten entre continuar o cerrar debido al aumento de ventas de los coches de segunda mano más viejos, es decir, de más de diez años. Cada vez se jubilan menos automóviles y los desguaces ven su producto descender de forma considerable. Hay escasez de entrada de turismos particulares e industriales. Las furgonetas se apuran al máximo, ya no se cambian.

Esta es la peor crisis sufrida por estas empresas en los últimos 30 años y, encima, actualmente soporta una bajada del precio de la chatarra. Además, a estos problemas hay que sumar la competencia desleal, con movimiento de piezas o vehículos de forma ilegal y que el sector del desguace tampoco está exento de sufrir robos o los efectos colaterales de operaciones clandestinas que mueven, en ocasiones, grupos organizados.



Talleres en red

A pesar de que el mercado ha caído en los últimos años un 20’1%, los talleres de reparación de vehículos adheridos a redes que utilizan más las nuevas tecnologías, están superando mejor la crisis. Esa es la conclusión que se desprende de un estudio sobre implantación, uso y función afianzadora de las nuevas tec­nologías (de diagnosis de averías y de gestión del negocio) dirigida por GT Motive.

El 72’3% de los talleres utilizan herramientas de diagnosis. En este caso, el uso de estos instrumentos está bastante generalizado, aunque se usa más en los talleres de mayor dimensión. Además, este tipo de herramientas no se utilizan en los talleres de carrocería, y en muy pocos de los especializados en mecánica rápida, que tampoco usan programas de consulta de referencias y precios, y apenas las herramientas de información técnica.

El 59% de los talleres utilizan programas de valoración de reparaciones y presupuestos. La mayoría de los talleres que no utilizan estas herramientas tampoco usan productos sustitutivos, con lo cual se puede pensar que muchos de estos talleres no realizan presupuestos ni valoran las reparaciones de los clientes.



Coche de sustitución

La empresa española de alquiler de coches Daperton asegura a los clientes de los talleres concertados con la firma madrileña que van a tener un coche de sustitución por muy poco dinero (entre 7 y 11 euros por día) mientras los mecánicos reparan o realizan una revisión de mantenimiento en el suyo (ya no es necesario tener contratado un seguro con este tipo de cobertura que se aplica exclusivamente en caso de siniestro).

Estos precios son posibles ya que los talleres pactados costean parte del alquiler. De este modo se asegura una mayor clientela. La idea permite disponer de auto de sustitución a precios adaptados al momento económico actual. La única condición para acceder a estas tarifas especiales es realizar las reparaciones en alguno de los talleres concertados con la firma.

Foto: Motormática.