Densidad energética diez veces mayor, eficiencia del 93% y vida útil de 2000 recargas.
Un equipo de científicos del departamento de química y del Centro de
Grafeno de la Universidad de Cambridge en Reino Unido ha descubierto, tras llevar
a cabo una serie de experimentos, que la mezcla de aire-litio, a largo plazo,
servirá para crear nuevas baterías más efectivas para vehículos eléctricos y
hacer que dichos autos circulen durante más tiempo sin necesidad de tantas
recargas, como sucede actualmente.
El prototipo que han creado se basa en la actualización de la química
de la batería sustituyendo el peróxido de litio (Li2O2)
por hidróxido de litio (LiOH), y con un
electrodo elaborado en grafeno. De esta manera, han conseguido un nuevo tipo de
batería de aire-litio capaz de almacenar hasta diez veces más energía que las
actuales de ion-litio, aproximándose así a la cantidad que proporciona un motor
de gasolina a un coche. Estos resultados implican un aumento de estabilidad y
eficiencia, y la disminución de la cantidad de reacciones químicas vinculadas
al proceso, que implican un mayor deterioro. Asimismo, también facilitan su
recarga muchas más veces que las actuales sin perder capacidad.
Los resultados del equipo de expertos liderado por Tao Liu indican que
este material necesita 3 voltios para cargarse y 2.8 para descargarse, lo que
supone que solamente se pierda algo menos del siete por ciento en forma de
calor. Eso, a su vez le proporciona una densidad energética diez
veces mayor que la de las baterías de iones de litio actuales, una
eficiencia del 90 por ciento y una vida útil de 2.000 ciclos en esta primera
hornada. Este récord supone rozar la eficiencia de las baterías de ion-litio
actuales, que además son unas cinco veces más caras y más pesadas que las
experimentales de aire-litio.