Uno transforma el calor en energía eléctrica y el otro se adapta a las
condiciones de la carretera.
Goodyear ha desarrollado el prototipo de dos neumáticos con los que
pretende revolucionar el sector automovilístico. Por un lado, el BHO3, una
cubierta que puede transformar el calor y la presión generados durante su
rodadura en energía eléctrica para recargar las baterías de los automóviles.
Esta innovadora rueda genera electricidad gracias a la acción de materiales
termoeléctricos y piezoeléctricos. El material termoeléctrico transforma el
calor generado durante la rodadura, mientras que el material piezoeléctrico
transforma la presión que se crea por la deformación de la estructura. Esta
tecnología tiene el potencial de contribuir de manera significativa a
solucionar los retos del futuro de la movilidad, sobre todo teniendo en cuenta
que la demanda de coches eléctricos crece.
Por otra parte, la compañía también ha trabajado en el prototipo del
neumático Triple Tube, que puede ajustar su presión de inflado a las
condiciones cambiantes de la carretera para ofrecer a los conductores nuevos
niveles de prestaciones y versatilidad. Este neumático utiliza una bomba
interna que mueve el aire desde la cámara principal hacia las tres cámaras
individuales. Dependiendo de las condiciones de la carretera, se ajusta de
forma automática en tres posiciones diferentes: la posición Eco/Safety, que
proporciona una menor resistencia a la rodadura; la deportiva, que aporta a los
conductores buena manejabilidad en seco gracias a una huella de contacto
optimizada; y la de seguridad sobre mojado, que brinda resistencia al aquaplaning gracias a una banda de
rodadura elevada en el centro del neumático.
En el futuro esta tecnología podría ser utilizada en coches autónomos permitiendo al neumático adoptar la forma que necesita antes de tomar una curva.
Foto: Goodyear.

En el futuro esta tecnología podría ser utilizada en coches autónomos permitiendo al neumático adoptar la forma que necesita antes de tomar una curva.
Foto: Goodyear.
