■ Se afianza el uso de las correas de distribución frente a las cadenas en el control de la transmisión
Los fabricantes europeos de automóviles
refuerzan su apuesta por las correas de distribución como eficientes sustitutas
de las cadenas en el control de la transmisión. Las principales razones por las
que apoyan el desarrollo en el mercado de esta opción son la mejora en la
reducción del consumo de carburante y de las emisiones de CO2 en los vehículos con motores de combustión, además de su mayor
ligereza y su funcionamiento claramente más silencioso.
La tendencia y aceptación de su uso está
haciendo que suba su venta en el mercado. Según el Proveedor independiente de
servicios de motores FEV GmbH, “la transmisión por correa baja el consumo de combustible
frente a la cadena reduciendo las emisiones de CO2. De este modo, por ejemplo,
en un motor Otto de 1,6 l, la transmisión por correa reduce el consumo de carburante
en más del uno por ciento y ahorra hasta 1,5 gramos de CO2 por kilómetro con un mínimo alargamiento de la correa”. Ésta es
una importante ventaja, ya que el alargamiento de la cadena cambia los tiempos
de control y provoca el aumento del consumo y la disminución de la potencia
sobrepasando rápidamente los valores límites de emisión.
En Europa, importantes fabricantes del sector de
la automoción ya incluyen las correas de distribución en sus motores. Así, por
ejemplo, el EcoBoost (el motor del año de Ford), funciona con correa, al igual
que los Volkswagen y PSA. Markus Pirsch, Jefe de Marketing de ContiTech Power
Transmission Group, anima a los talleres a disponer de este tipo de productos por
la importancia que está adquiriendo en el mercado de recambios. “En vista del rápido
desarrollo tecnológico es especialmente importante para los talleres disponer
de los productos correctos así como del Know-how.”