La
batería y los motores del pequeño vehículo no tienen que cambiar de posición al
plegarse porque los motores están instalados en las ruedas, y la batería de
ión-litio con 13,6 kilovatios hora de capacidad está alojada en la parte
frontal. Esto optimiza la eficiencia energética, proporciona estabilidad y más
espacio para el conductor y el pasajero.
El profesor In-Soo Suh y su equipo de científicos del Instituto
Avanzado de Ciencia y Tecnología (KAIST), en Corea del Sur, han desarrollado el
Armadillo-T, un automóvil eléctrico de pequeño tamaño con tracción en las
cuatro ruedas (cada rueda lleva un motor), con un peso de 450 kilos y provisto
de dos asientos, que se pliega al aparcar, pasando a ocupar un espacio mucho
menor. El auto está inspirado en el animal del mismo nombre, nativo de América del
Sur, que tiene una curiosa estrategia de protección: enrollarse como una bola
cuando se siente amenazado por un depredador. A semejanza de éste, el
Armadillo-T retrae su mitad trasera al plegarse, reduciendo su tamaño original
de 2,8 metros
hasta casi la mitad, 1,65 metros. Una vez encogido ocupa sólo una tercera parte
de los 5 metros
de longitud que comúnmente tienen las plazas de aparcamiento en Corea del Sur y
en muchos otros países, permitiendo que en este espacio se estacionen tres de
dichos vehículos.
En
su interior lleva instaladas unas cámaras que eliminan la necesidad de espejos
laterales y aumentan la capacidad del conductor para ver por los costados del
vehículo, reduciendo así los puntos ciegos. Con un smartphone (teléfono
inteligente), el conductor puede controlar desde fuera algunas de las funciones
del Armadillo-T, como por ejemplo el plegado. Este automóvil tiene una
velocidad máxima de 60
kilómetros por hora, y tras una recarga rápida, de tan
solo diez minutos, puede alcanzar una autonomía de hasta 100 kilómetros.