Incautados 80.000 envases con 70 toneladas de lubricante adulterado.
La policía rusa ha desarticulado una banda especializada en la
falsificación de aceites de motor a gran escala, que estafaba a los talleres y con
la que podría haber ganado 147 millones de euros anuales. Según el Ministerio
de Interior ruso, el aceite falso se producía en cuatro naves aparentemente
abandonadas en las que vivían inmigrantes ilegales que eran los encargados de procesar
el aceite. Posteriormente, el líquido era envasado en recipientes de plástico
(comprados en Bielorrusia) muy parecidos a los de conocidas marcas como Castrol,
Shell, Elf, Total o ExxonMobil, entre muchas otras, así como en versiones
oficiales de prestigiosas firmas automovilísticas de la clase de Ford, Mazda,
Nissan, Volkswagen, BMW, GM y Toyota.
Las autoridades responsables de la redada se han incautado de 80.000
envases con 70 toneladas de lubricante falsificado. Según las estimaciones de los investigadores, el aceite se vendía
principalmente en Moscú y ha estado presente en ferias de automoción y en
tiendas, por lo que no descartan que el aceite haya traspasado las fronteras de
Rusia hacia sus países vecinos.
La operación se ha saldado con seis detenidos (incluyendo los dos
cabecillas de la organización), uno de ellos arrestado en el aeropuerto de
Moscú cuando intentaba escapar a China con una elevada cantidad de dinero en
efectivo.