Con 118 años, siguen destacando las excepcionales innovaciones de este coche eléctrico y su carrocería alternativa.
La historia de la compañía alemana Porsche AG se remonta a tiempos muy
anteriores al de su primer deportivo, el Typ 356, construido en 1948. El primer
diseño mundial de la corporación fue presentado por Ferdinand Porsche, fundador
de la firma, cincuenta años antes. Se trataba de un coche eléctrico, el Egger-Lohner electric vehicle, C.2 Phaeton
model, que ha pasado a la historia con el sobrenombre de ‘P1’. El vehículo,
diseñado y construido por el propio Ferdinand Porsche, fue uno de los primeros autos
matriculados en Austria y apareció por las calles de Viena el 26 de junio de 1898.
El apelativo de ‘P1’ le viene del código grabado en todos sus componentes
principales, que se corresponde con el nombre de Porsche y el número 1.
La enorme cantidad de ideas materializadas en este vehículo siguen
siendo destacables a día de hoy. El compacto módulo eléctrico, que pesaba sólo
130 kilos, ofrecía una potencia de tres caballos que, para periodos cortos,
podía llegar hasta cinco en el modo de sobrecarga, lo que le permitía alcanzar
los 35 km/h. Cuando se conducía de esta forma, la velocidad del coche se
regulaba a través de 12 controladores. La autonomía total de este automóvil
podía extenderse hasta los 80 kilómetros, una cifra considerable para un
vehículo de aquel periodo. Otra innovación más fue la carrocería alternativa
del coche, que permitía su uso tanto en invierno como en verano.
Al año de su fabricación, en septiembre de 1899, tuvo lugar la primera
prueba práctica del ‘P1’ con motivo de la exposición internacional de vehículos
de motor de Berlín, Alemania. Ya en ese mismo tiempo la competencia para
producir los mejores sistemas de propulsión era feroz y llegó a tal punto que,
el 28 de septiembre, se anunció una carrera para probar el rendimiento de
vehículos eléctricos sobre una distancia de 40 kilómetros, con un premio para
el ganador. La ruta exigía una gran habilidad por parte de los participantes,
quienes debían abordar retos tales como afrontar fuertes pendientes.
Con tres pasajeros a bordo, Ferdinand Porsche condujo su ‘P1’ hasta la
línea de meta y sacó una ventaja de 18 minutos al siguiente competidor. Más de
la mitad de los participantes no llegaron al final por problemas técnicos.
Porsche también se colocó al frente en la prueba de eficiencia, ya que su auto
fue el que tuvo el consumo de energía más bajo en tráfico urbano.
Su innovador concepto ha sido puente entre el pasado y los desarrollos
actuales, como el Porsche 918 Spyder, que sigue una larga tradición en cuanto a
referencia técnica que se inició con el ‘P1’. Además, después de 116 años, el
vehículo original sin restaurar ha sido recuperado y traído para enriquecer la colección
del Museo Porsche con motivo de su quinto aniversario, una verdadera joya
técnica e histórica.
Foto: Porsche.
Foto: Porsche.
