■ Avanzados sensores de presión flexibles para volantes y otras aplicaciones


Facilitan el control de dispositivos mediante impulsos eléctricos. 

El equipo de Holger Böse, del Centro de Materiales Inteligentes (CeSMa) en el Instituto Fraunhofer para la Investigación de Silicatos (ISC) de Wurzburgo, Alemania, trabaja en materiales inteligentes con propiedades mecánicas que pueden ser controladas, ya sea eléctrica o magnéticamente. En su investigación han creado sensores hechos de silicona, un material flexible que se deforma fácilmente bajo la presión de un dedo y facilita así el control de dispositivos mediante impulsos eléctricos. Entre las primeras aplicaciones prácticas destaca un volante que permite al conductor controlar la música, la luz y la ventilación con el simple toque de un dedo.
Los sensores inventados en el ISC han sido diseñados como un condensador eléctrico, con dos capas de electrodos fabricadas de silicona conductora por encima y por debajo, y una capa de película aislante en medio. Modifica su capacitancia eléctrica (la carga eléctrica dividida por el voltaje aplicado). Para que la presión tenga un efecto, los investigadores aplicaron capas adicionales de silicona en la película. Así, por ejemplo, dos películas más presionan desde arriba y desde abajo para ejercer una presión adicional sobre la película de en medio. Las dos películas no son lisas, sino que tienen un patrón especial que los investigadores añadieron. A través de su especial diseño de condensador, estos científicos han usado una propiedad física de la silicona que hasta ahora observada únicamente cuando se estira una película de este material recubierta con capas de electrodos, y que consiste en que su geometría cambia; la superficie aumenta y la capa de silicona se hace más delgada. El resultante incremento de la capacitancia está relacionado con la fuerza de compresión, que depende mucho de cómo se aplica el patrón a la película y cómo son colocados los electrodos.

Foto: Fraunhofer ISC.