■ La transparencia sobre el recambio. Deber y derecho del taller de informar al usuario



La correcta información al cliente es el arma para romper la presión de determinadas aseguradoras sobre el taller.

Ante la creciente preocupación de los talleres por las presiones de las aseguradoras sobre el recambio, Asetra, la Asociación de talleres de Madrid, afirma en una circular informativa que el repuesto viene siendo desde hace tiempo un eje estratégico del sector. En torno al mismo giran múltiples elementos que constituyen aspectos claves de la política comercial del taller y de sus relaciones con las aseguradoras y clientes.
Entre los aspectos claves se encuentra el PVP y el margen comercial (descuentos, rappel, etc.), el intento de imposición del tipo de recambio que se instala y la obligación de adquirirlo a determinados proveedores en el caso de alguna aseguradora. Frente a estas prácticas, de las que Asetra ha venido advirtiendo, el taller sólo puede esgrimir, como arma de defensa, la responsabilidad de su instalación. Y es que, aunque las consecuencias de esta responsabilidad pueden ser importantes por sus efectos en la reputación del taller y en los tiempos invertidos en una reparación, a nadie más parece importarle. El resto de agentes buscan a través de trasladar su presión al taller una mejora de su posición competitiva, de su cuenta de resultados. En definitiva, es que algunas aseguradoras pretenden que el taller sea el pimpampum de su juego, que genera un círculo vicioso que es preciso romper para sacudirse la presión a la que aludíamos.
La asociación entiende que, en este contexto, el taller tiene el deber y el derecho de informar al usuario del tipo de recambio que emplea, como un método ineludible para hacer valer su posición en esta cadena e incrementar el valor de su servicio a través de la información, de la garantía de la reparación y la responsabilidad que ofrece. Sólo desde la transparencia se podrá romper la presión de determinadas aseguradoras y el círculo vicioso que se cierne sobre el taller, tratando de que cada uno (taller, aseguradora, cliente) asuma su propia responsabilidad ante la política de recambio que se practica en cada operación, e incluso sus efectos en la contratación del seguro.
La claridad rompe con la opacidad, hace al cliente conocedor de la política del taller y, sobre todo, de la política de su compañía aseguradora, poniéndolo ante el reto de adoptar decisiones una vez que conoce la información sobre el recambio empleado.
Para Asetra la transparencia por la que aboga se traduce en plasmar en factura de forma diáfana, de modo que el cliente lo entienda, el tipo de recambio empleado, ya sea el mismo con el que el vehículo sale de fábrica que alguna aseguradora quiere que se instale, porque es el que aseguran en la póliza, o el llamado recambio de calidad equivalente que otras quieren instalar y alguna impone a partir de una determinada edad del automóvil. Por esta razón, la Asociación tratará de facilitar modelos de textos que puedan plasmarse en factura de modo inequívoco próximamente.

Foto: Motormática.