La correcta información al cliente es el arma para romper la presión
de determinadas aseguradoras sobre el taller.
Ante la creciente preocupación de los talleres por las presiones de
las aseguradoras sobre el recambio, Asetra, la Asociación de talleres de
Madrid, afirma en una circular informativa que el repuesto viene siendo desde
hace tiempo un eje estratégico del sector. En torno al mismo giran múltiples
elementos que constituyen aspectos claves de la política comercial del taller y
de sus relaciones con las aseguradoras y clientes.
Entre los aspectos claves se encuentra el PVP y el margen comercial
(descuentos, rappel, etc.), el
intento de imposición del tipo de recambio que se instala y la obligación de
adquirirlo a determinados proveedores en el caso de alguna aseguradora. Frente
a estas prácticas, de las que Asetra ha venido advirtiendo, el taller sólo
puede esgrimir, como arma de defensa, la responsabilidad de su instalación. Y
es que, aunque las consecuencias de esta responsabilidad pueden ser importantes
por sus efectos en la reputación del taller y en los tiempos invertidos en una
reparación, a nadie más parece importarle. El resto de agentes buscan a través
de trasladar su presión al taller una mejora de su posición competitiva, de su
cuenta de resultados. En definitiva, es que algunas aseguradoras pretenden que
el taller sea el pimpampum de su juego, que genera un círculo vicioso que es
preciso romper para sacudirse la presión a la que aludíamos.
La asociación entiende que, en este contexto, el taller tiene el deber
y el derecho de informar al usuario del tipo de recambio que emplea, como un
método ineludible para hacer valer su posición en esta cadena e incrementar el
valor de su servicio a través de la información, de la garantía de la
reparación y la responsabilidad que ofrece. Sólo desde la transparencia se
podrá romper la presión de determinadas aseguradoras y el círculo vicioso que
se cierne sobre el taller, tratando de que cada uno (taller, aseguradora,
cliente) asuma su propia responsabilidad ante la política de recambio que se
practica en cada operación, e incluso sus efectos en la contratación del
seguro.
La claridad rompe con la opacidad, hace al cliente conocedor de la
política del taller y, sobre todo, de la política de su compañía aseguradora,
poniéndolo ante el reto de adoptar decisiones una vez que conoce la información
sobre el recambio empleado.
Para Asetra la transparencia por la que aboga se traduce en plasmar en
factura de forma diáfana, de modo que el cliente lo entienda, el tipo de
recambio empleado, ya sea el mismo con el que el vehículo sale de fábrica que
alguna aseguradora quiere que se instale, porque es el que aseguran en la
póliza, o el llamado recambio de calidad equivalente que otras quieren instalar
y alguna impone a partir de una determinada edad del automóvil. Por esta razón,
la Asociación tratará de facilitar modelos de textos que puedan plasmarse en
factura de modo inequívoco próximamente.
Foto: Motormática.
Foto: Motormática.