El vehículo, que carecerá de volante y manillar, ofrecerá realidad
aumentada información de seguridad.
El fabricante japonés Toyota ha desarrollado un nuevo concepto de
parabrisas para su modelo FV2, un original prototipo de una sola plaza que perfecciona
y modifica, al tiempo, la concepción existente sobre el techo de un automóvil.
Se trata de una luna que cumplirá también como cubierta, y en la que se
ofrecerá realidad aumentada con multitud de información de seguridad como intersecciones,
ángulos muertos, etc.
La carrocería del vehículo mide tres metros de largo y apenas un metro
en posición plegada, y tiene una apariencia mezcla entre un coche, una
moto y el famoso patinete Segway que tanto se utiliza para paseos
turísticos. Además, sus cuatro ruedas están dispuestas en una curiosa
disposición (una delantera, dos centrales y una trasera).
El piloto no dispone ni de volante ni de manillar. La tecnología Toyota
Heart Project incluida en el FV2 permite que el auto reconozca los estímulos
procedentes del cuerpo del conductor (adelante, atrás, a la derecha o a la
izquierda). Además, esa conexión hombre-máquina se completa con un sistema
de reconocimiento de voz e imagen que determina el humor del conductor,
con el fin de sugerirle destinos a partir de un historial de recorridos,
habilitar sistemas de asistencia e incluso variar el color de la carrocería en
función de su estado anímico.