Asintra recuerda que la correcta conservación y mantenimiento de un vehículo multiplica la seguridad vial y el ahorro de costes.
La correcta conservación y mantenimiento de un vehículo es una responsabilidad
del conductor que multiplica la seguridad vial y el ahorro de costes. Por eso,
ante la llegada del invierno donde las condiciones climatológicas cambian y la
circulación se complica, aumentando el riesgo de accidente, la Asociación
Industrial de Talleres de Reparación de Automóviles de Santa Cruz de Tenerife
(Asintra) recuerda que es clave acudir periódicamente a profesionales de
confianza para verificar en qué estado se encuentran determinados elementos y
evitar así deficiencias que provoquen fallos mecánicos de consecuencias graves.
En concreto, precisan un cuidado y conservación especiales los neumáticos, los
amortiguadores, los frenos, la dirección, los sistemas de iluminación, los
limpiaparabrisas, la climatización y la batería.
Los neumáticos
Comprobar el estado de los neumáticos es fundamental al ser el único
contacto entre el vehículo y la calzada. Por tanto, son los elementos que nos
permiten avanzar, frenar y mantener la trayectoria deseada. Tenemos que revisar
el estado del dibujo del neumático, que no debe presentar desgastes anormales y
ha de mantener una profundidad mínima en toda su superficie de 1,6 milímetros.
¡Ojo a las presiones de los neumáticos! Una presión inadecuada,
produce una mala adherencia y un desgaste incorrecto. Es importante
también comprobar la alineación (geometría) de las ruedas. Así aseguramos el
correcto trabajo del neumático, con un mayor agarre y mejor direccionalidad del
vehículo. En suma, una conducción más segura.
Los amortiguadores
Los amortiguadores en mal estado afectan negativamente a la
estabilidad del vehículo, aumentan las distancias de frenado y hacen más
difícil mantener la trayectoria deseada. Todos estos factores se ven agravados
cuando circulamos sobre un pavimento con baja adherencia, por lo que es aún más
importante contar con unos amortiguadores en perfecto estado en esta época del
año.
Resulta difícil para un conductor detectar el deterioro de los
amortiguadores, por lo que es recomendable encargar al taller su revisión.
Los frenos
Los frenos, también necesitan revisiones periódicas para detener el
vehículo en momentos críticos, donde una frenada eficaz puede evitar un
siniestro.
Si la carretera está húmeda o mojada, aumenta la distancia de frenado.
Con pastillas y discos desgastados, pérdidas de líquido, eficacia de frenado
diferente en cada lado del vehículo o peligro de bloqueo de alguna rueda, el
accidente está servido.
La dirección
Guiar un vehículo sobre el asfalto supone un trabajo complejo y
delicado para los órganos de dirección, sobre todo si se suman elementos
adversos como un fuerte viento o un piso deslizante.
La dirección es un mecanismo de precisión y en tales circunstancias es
esencial que funcione perfectamente, sin holguras ni otros defectos mecánicos
provocados por desgaste o accidente. La gran mayoría de los sistemas de
dirección actuales cuentan con asistencias hidráulicas, por lo que suelen
entran en escena líquidos y poleas que también requieren atención.
La iluminación
Ver bien y ser vistos es esencial cuando circulas con un vehículo. Si
los faros no iluminan la carretera de forma correcta, más aún con niebla,
lluvia o nieve, estamos poniendo en juego nuestra seguridad y la de otros
usuarios. El sistema de iluminación, y por extensión el de señalización, puede
presentar una serie de anomalías que es obligado verificar:
-El reglaje de los faros, para que repartan su haz de forma adecuada
sobre la calzada y para evitar el deslumbramiento de los conductores que vienen
de frente.
-El envejecimiento de lámparas y ópticas, que reduce el nivel lumínico
y el alcance, lo que obliga a forzar la vista con la consiguiente fatiga, causa
de más de un accidente.
Los limpiaparabrisas
Insistiendo en la importancia de la visibilidad, especialmente en
condiciones invernales, no podemos olvidar que tanto los limpiaparabrisas como
el líquido lavaparabrisas cumplen una función muy valiosa.
Las raquetas limpiaparabrisas gastadas dejan marcas sobre los
cristales que dificultan mucho la visión, especialmente a contraluz y con la
iluminación nocturna. La falta de líquido lavaparabrisas puede ponernos también
en apuros en algunas ocasiones.
La calefacción y el A/A
Aunque al hablar de aire acondicionado pensamos ante todo en los
calores veraniegos, este equipamiento o la más humilde calefacción del vehículo
juegan otro papel importante en invierno. No sólo contar con un adecuado grado
de confort, sino con un sistema de desempañado eficaz y rápido que nos permita
circular en las mejores condiciones de visibilidad.
La batería y el sistema de arranque
¿Quién no se ha desesperado alguna vez cuando su coche no arrancaba
para ir a trabajar? Las condiciones invernales exigen un mayor esfuerzo a las
baterías y al sistema de arranque en general. Proteger los bornes, comprobar el
nivel y calidad del electrolito, así como asegurarse del buen funcionamiento de
los calentadores en los motores diésel, nos evitará disgustos.
Foto: Toyota.