La compañía automovilística alemana Audi ha desarrollado un proceso
que facilita la serigrafía mate sobre superficies ya pintadas previamente.
Aplicando un polvo especial, se realizan incisiones de milésimas de milímetro
sobre la laca de la pintura para conseguir que las marcas se hagan visibles.
Como los símbolos deseados se aplican a los componentes después de ser
pintados, el proceso puede integrarse fácilmente en la producción de serie. Además,
se puede emplear esta técnica en casi cualquier patrón, siempre que no afecte a
derechos de terceros. En la actualidad, se pueden aplicar de esta manera
elementos con un tamaño de hasta un metro de alto por un metro de largo.
Proceso
El proceso de pintado del automóvil implica la aplicación de, por lo
menos, tres capas adicionales: imprimación, capa base y la laca transparente,
que actúa como la capa protectora superior. Con el nuevo sistema desarrollado
por Audi, primero se coloca una plantilla del patrón deseado sobre el
componente a personalizar. Seguidamente, se rocía un polvo especial sobre la
superficie, con lo que la capa de barniz se vuelve áspera en una profundidad de
tan solo unas pocas milésimas de milímetro, menos de una décima parte del
grosor de un cabello humano. De esta forma, se consigue el efecto con el que se
plasma un patrón mate y homogéneo.
“Con este proceso, modificamos el brillo de la pintura y su
intensidad. La luz que ilumina la superficie se refleja entonces de forma
difusa por las áreas de la superficie que han sido tratadas. Esto es lo que
hace que parezca mate”, explica el gerente del proyecto, Erhard Brandl,
mientras que Mirko Endres, responsable de la sección de producción, añade que
“esta forma de personalización es resistente a la intemperie, a diferencia de
las letras convencionales y los vinilos o adhesivos, y tiene un aspecto de
mucha más calidad”.
Foto: Audi. El Audi R8 es el primer modelo para el que se ofrece esta
tecnología.