Bosch
está creando el cerebro para los automóviles autónomos del futuro. En la
conferencia internacional Bosch ConnectedWorld 2017 de Berlín, el proveedor de
tecnología y servicios presentó un ordenador de a bordo para vehículos
automatizados. Gracias a la Inteligencia Artificial (AI por sus siglas en
inglés), el ordenador puede aplicar métodos de aprendizaje automático. Se
espera que este nuevo ordenador dotado de AI guíe a los automovilistas a través
del tráfico, incluso en situaciones complejas, o que sean nuevas para el
automóvil. "Estamos enseñando al coche a maniobrar por sí mismo a través
del tráfico", dijo Volkmar Denner, presidente del Consejo de
Administración de Bosch, en la conferencia de la industria internacional sobre el
internet of things. Los coches ya utilizan sensores Bosch para controlar el
entorno. Utilizando la inteligencia artificial, también serán capaces de
interpretar esas lecturas para hacer predicciones sobre el comportamiento de
otros usuarios de la carretera. "La conducción automatizada hace que las
carreteras sean más seguras y la inteligencia artificial es la clave para hacer
que esto suceda. Estamos haciendo que el coche sea inteligente", continuó
el CEO de Bosch. Para la construcción del núcleo del ordenador, Bosch planea
colaborar con la compañía estadounidense de tecnología Nvidia, quien
suministrará a Bosch un chip capaz de almacenar algoritmos generados con
métodos automáticos de aprendizaje. Se espera que el ordenador de a bordo con inteligencia
artificial entre en fase de producción, como tarde, a principios de la próxima
década.
En la próxima década, los coches sin conductor formarán parte de la vida cotidiana
El ordenador de a bordo de Bosch será capaz de reconocer a los
peatones o ciclistas. Además de esta capacidad, conocida como reconocimiento de
objetos, la inteligencia artificial también hará posible que los vehículos autónomos
evalúen una situación. Por ejemplo, los coches que han activado el intermitente
tienen mayor probabilidad de cambiar de carril que los que no lo activen. Como
resultado de ello, un automóvil autónomo con inteligencia artificial puede
reconocer y evaluar situaciones complejas de tráfico, como cuando un vehículo
que se aproxima ejecuta un giro, y las incorpora a su propia conducción. El
ordenador almacena todo lo que aprende mientras conduce en redes neuronales
artificiales. Los expertos revisan este conocimiento en el laboratorio para lograr
una mayor precisión. Después de realizar nuevas pruebas por carretera, las
estructuras de conocimiento generadas artificialmente se pueden transmitir a un
número ilimitado de ordenadores de a bordo en forma de actualización de datos.
"Queremos que la conducción automatizada sea posible en todas y cada una
de las situaciones del tráfico. Ya en la próxima década, los coches sin
conductor formarán parte de la vida cotidiana. Bosch está avanzando en todos
los frentes tecnológicos de la conducción automatizada. Nuestro objetivo es
asumir también un papel de liderazgo en el campo de la inteligencia artificial",
dijo Denner. Y añadió que la inteligencia artificial desempeñará un papel clave
en todas las áreas de negocio de Bosch, no sólo en la movilidad: "En tan
sólo diez años será prácticamente imposible concebir un producto Bosch que, de
alguna manera, no esté relacionado con la inteligencia artificial. Los
productos, o bien la tendrán incorporada o habrán sido creados con su ayuda".
A principios de este año, la compañía anunció que estaba estableciendo un centro
de inteligencia artificial. Bosch está invirtiendo unos 300 millones de euros
en ampliar su experiencia en esta área.
Compartir y generar datos de forma segura a través de Internet
En su discurso de apertura en el Bosch ConnectedWorld 2017 ante una
audiencia de unos 2.700 asistentes, Denner aludió a tecnologías innovadoras
adicionales que abrirán nuevas áreas de negocio para Bosch. Además de la inteligencia
artificial y la nube, una de ellas es la tecnología "blockchain", que
permite a los consumidores compartir datos ‘on line’ de manera segura sin
involucrar a un tercero. De igual forma, permite firmar acuerdos y contratos ‘online’
y realizar transacciones de forma segura, al tiempo que la tecnología asegura
que los datos sean anónimos. Una “blockchain” o cadena de datos se basa en un
tipo de base de datos descentralizada que distribuye la información introducida
a través de miles de ordenadores. Esto hace que sea imposible falsificar los
datos y que los consumidores sean menos dependientes de un único centro de
computación.
Bosch y TÜV colaboran para combatir el fraude en los cuentakilómetros
Denner destacó el uso práctico de una “blockchain”
mediante una demostración en directo realizada en cooperación con la autoridad
de certificación alemana TÜV Rheinland. En ella, se comprometió a poner fin a
la práctica generalizada de fraude en el cuentakilómetros. Sólo en Alemania,
los cuentakilómetros manipulados en vehículos causan unos seis mil millones de
euros en daños. La idea es combatir esta práctica fraudulenta con un libro de
registro digital distribuido a través de muchos ordenadores. Los coches enviarán
regularmente las lecturas de sus cuentakilómetros a estos ordenadores a través
de un sencillo conector. Mediante una aplicación para smartphone, los
propietarios de automóviles pueden comprobar el kilometraje real en cualquier
momento y compararlo con el que refleja la pantalla del salpicadero. A la hora
de vender su coche, podrán obtener un certificado que atestigua la exactitud
del kilometraje del coche. También es posible compartir este certificado a
través de internet; por ejemplo, en una plataforma ‘online’ de compraventa de
automóviles.
Conectando el coche con el taller
Inteligencia artificial, la nube, las “blockchains…
¿Cómo están cambiando las soluciones conectadas de Bosch basadas en tecnología inteligente
nuestra vida diaria? Denner responde a esta pregunta con un ejemplo: una piedra
suelta sale despedida por el aire y rompe la luna del coche. El taller recibe automáticamente
un aviso a través de la nube y puede prepararse para realizar las reparaciones
necesarias. La logística conectada y los almacenes automatizados y conectados hacen
que la pieza de repuesto esté lista y esperando la llegada del cliente. Por medio
de unas gafas de realidad aumentada que muestra las instrucciones de montaje
necesarias, el mecánico podrá realizar el trabajo de forma mucho más rápida y
fácil. La ventaja para los conductores es que pueden volver a su coche y continuar
el viaje después de una breve espera, sin necesidad de tener que volver a
recogerlo al día siguiente y sin que se produzca ningún otro coste extra.
Foto y video: Bosch.