Con la intención de ofrecer una solución a los problemas
medioambientales que se dan en las grandes urbes por las emisiones
contaminantes, un grupo de científicos del Instituto Eduardo Torroja del CSIC
(España) ha desarrollado un fotocatalizador que permite eliminar los
contaminantes en el tubo de escape del vehículo. La reacción produce la
oxidación del óxido de nitrógeno, los compuestos orgánicos volátiles y otras
partículas que contienen carbono y están generadas por la combustión.
El dispositivo está formado por un material fotocatalizador que se
pone en el interior del tubo de escape, dispuesto de forma que ocupe la máxima
superficie al paso de los gases, y una lámpara (que desencadena la reacción
química), cuya longitud de onda está ajustada para conseguir el máximo
rendimiento.
El cristal que cubre la lámpara tiene propiedades autolimpiantes para
evitar que la suciedad del humo disminuya la eficacia. Además, el dispositivo
incorpora la posibilidad de limpiar y eliminar los productos depositados sobre
los centros activos del fotocatalizador, que podrían dañarlo. El proceso de
fotocatálisis se inicia al arrancar el motor del coche y se detiene al quitar
el contacto.
Resultados prometedores
Tras la realización de pruebas en laboratorio, se ha conseguido
reducir la concentración de óxido de nitrógeno hasta cien veces (pasando de
entre 4000 y 6000 partes por billón a 40 y 60), así como que los niveles sean inferiores
a los requeridos por las normativas ambientales. No obstante, los
investigadores continúan perfeccionando el sistema para garantizar la
estabilidad del fotocatalizador.
Respecto a otros dispositivos catalíticos similares y basados en
productos químicos, como la urea, este dispositivo tiene la ventaja adicional
de no generar en sí mismo más CO2. Tampoco necesita reposición de
productos químicos.
Fuente: CSIC.