■ Crónica de un icono atemporal: la Vespa

El ciclomotor más famoso del mundo por su agilidad, fácil manejo y limpieza.


La Vespa es un tipo de moto scooter fabricado por primera vez por Piaggio & Co, S.p.A en 1946, en la localidad italiana de Pontedera, con la intención de volver a “poner en movimiento” la Italia de posguerra. Forma parte de la historia italiana que la consideró un ejemplo de estrategia de reconstrucción. Según la leyenda, su nombre surgió de la exclamación del dueño de la empresa, Enrico Piaggio, al ver la propuesta de modelo que le presentó el ingeniero aeronáutico Corradino D´Ascaniole, tras los cambios solicitados por el propietario: "¡Bello, mi sembra una vespa!" (Bello, me parece una avispa en italiano).
La principal premisa de su diseño es que fuese una máquina lo más sencilla y práctica posible. Así, tenía que montarse fácilmente, ser de conducción sencilla y no manchar las manos ni los pantalones del conductor. Además, su carrocería debía soportar toda la carga de la moto o llevar una rueda de recambio de manera que incluso un motociclista sin conocimientos de mecánica pudiera solucionar el problema de un pinchazo. En resumen, un vehículo para el transporte urbano y también para un pequeño viaje; y una solución individual al problema de la movilización.
En abril de 1946 salieron de Pontedera los primeros ejemplares. Más adelante, su producción de cilindrada más pequeña, la Vespa 50, fue acompañada con la ley que permitía manejar sin licencia y sin patente, erigiéndose en el descubrimiento del mundo juvenil. Este vehículo práctico y económico estaba destinado sobre todo a los profesionales y las mujeres, que por fin, podían conducir una moto llevando falda y sin mancharse de barro ni de aceite. Su precio,  80.000 liras y su velocidad máxima, 60 km/h. En pocos meses aplastó a la competencia y se impuso en el mercado. En 1953 salió de la cadena de producción la Vespa 500.000 y en 1956, solo diez años después de su aparición en el mercado, se fabrica la unidad 1.000.0000.
En su éxito también influyó la nueva manera de hacer negocios propiciada por las ventas con pago aplazado (que facilitó su adquisición y la acabó transformando en todo un mito obrero, familiar para las jóvenes parejas y de libertad para una sociedad trabajadora y optimista) y los mensajes publicitarios de profundo contenido social y casi anticipos de un sentir "político" común que acompañaban su publicidad, condimentos más bien insólitos en la historia de la industria italiana. Además, también fue inmortalizada en escenas de gran cantidad de películas de cine y en millones de fotografías de familia, objetos de compañía, recuerdos personales, etc.

Su historia en España

Su introducción en nuestro país la marcó Spartaco G. Boldori Malandri, un amigo personal de Piaggio y representante de Fiat en España que le propuso el montaje de una fábrica en Madrid. El primer director de MotoVespa, Lelio Pellegrini Quarantotti, junto con un grupo de colaboradores logró en febrero de 1953 poner en la calle la primera Vespa de 125 cc. De este modelo hubo dos versiones: Vespa N (Normal) y Vespa S (Sport), con medio caballo más de potencia que la primera y con el faro en el manillar en lugar del guardabarros.
En 1958 el modelo N cuenta con dos sillines independientes y el modelo Sport con sillín biplaza y rueda de repuesto paralela entre las piernas del conductor. Con estos modelos, se alcanzó una producción anual de más de 25.000 unidades. En aquella época su fama fue tal que se recibían más de cien peticiones diarias, la Vuelta Ciclista a España se cubrió en Vespa e incluso eran el medio de transporte usado por la Guardia Urbana de Barcelona por su agilidad y fácil manejo.
En 1959 el modelo S cuenta con cuatro velocidades y una cuota de venta creciente que llega, en 1961, al 67% en los scooters comerciados en el país. Además, ese mismo año se lanza la Vespa 150, que en 1964 vende más de 35.000 unidades. No obstante, la aparición del  Seat 600, una dura competencia, hace que fabriquen en 1963 las 150 Sprint, 125 Super, 150 GS y 160 cc.. En 1965 aparece la Vespa 50, con una cilindrada que en Italia no implicaba permiso de conducir pero que, en España, exigía que el vehículo llevara pedales practicables para no precisar dicho permiso, lo que frustra una expansión sin precedentes.
En los 70 los resultados fueron irregulares por la competencia del Seat 600 y el Vespino (de la misma Piaggio). Además, en 1973 aparecen la 125 SL, la 160 GT y en 1974, el modelo 75 cc y el 160 GTI, con los intermitentes en los extremos del manilla. En 1977 se presentan en el Salón de Milán los modelos (P125X y P200E), coincidiendo con un periodo de aumento de precios en la gasolina que vuelve a incrementar sus ventas, al igual que la aparición de la Vespa 125 T3 Li, que lleva una pequeña maleta incorporada al cófano izquierdo, y alcanza una velocidad de 90 km/hora.
En los 80 aparecen los modelos P200E y P150CL (1981) y la PK Electronic 3 (1983). En 1984 la gama Iris alcanza en España la cifra de medio millón de unidades vendidas y dos años después salen las gamas XL y T5 Sport. A finales de esta década Piaggio se plantea la sustitución de la Vespa, por la competencia de los scooter japoneses y por la escasa repercusión de la Vespa Cosa, evolución del modelo PX. Finalmente, en los 90 sale en Italia la Sfera, “sustituta” de Vespa, y la factoría de España se dedica a la fabricación de motos de pequeña cilindrada como la Skipper o la Hexagon, entre otras. Las Vespas siguen evolucionando y fabricándose laPX en versiones 125 y 150 cc., con freno de disco y respetando su estética.

Foto: Vespa.