■ El Laboratorio de Seguridad de Audi trabaja contra los ciberataques automovilísticos

Los avances en conectividad también abren la puerta a que los “piratas informáticos” accedan con más facilidad al vehículo.



Para impedir que piratas informáticos penetren en los sistemas de los vehículos, los ingenieros de desarrollo técnico de Audi AG, responsables de la seguridad ensayan permanentemente soluciones para proteger los nuevos coches junto a la empresa subsidiaria Audi Electronics Venture GmbH (AEV). Juntos han creado un laboratorio de seguridad dedicado a investigar cualquier posible grieta existente en los sistemas del vehículo que pueda ser aprovechada por los “hackers” para interferir en su funcionamiento y comprometer la seguridad. Además, AEV también colabora con proveedores externos, que intentan encontrar esas posibles “puertas de entrada” en los sistemas antes de seguir adelante con la producción. Y en el momento en que estos especialistas tienen éxito en sus ciberataques, el software vuelve a ser revisado por completo.
En la actualidad, los vehículos cuentan con un gran número de unidades de control que forman por sí solas un ecosistema. El núcleo principal es el módulo central que conecta entre sí los diferentes sistemas de transferencia de datos del vehículo. Cada unidad de control utiliza estas conexiones para intercambiar información sobre las condiciones de funcionamiento y otros datos relevantes del vehículo, y ciertas funciones exigen que los datos que maneja un sistema estén disponibles para ser utilizados por otros.
Este es el caso, por ejemplo, del asistente Audi AI remote parking pilot, una aplicación para dispositivos móviles permite enviar comandos de aparcamiento codificados a través de la unidad central de control para los sistemas de asistencia al conductor (zFAS), que se encarga de realizar los cálculos para llevar a cabo el estacionamiento pilotado. “Hasta que no determinamos con exactitud cómo funciona cada sistema no podemos establecer lo que es necesario proteger. En este caso, la pasarela sirve como cortafuegos al prohibir la comunicación directa entre el smartphone y los sistemas relevantes para la conducción”, explica un ingeniero de desarrollo técnico de la firma que debe mantener el anonimato. Estas vías de comunicación deben definirse en una etapa temprana del desarrollo, e incorporarse desde el primer momento en la arquitectura de seguridad del vehículo.
Los especialistas trabajan con absoluta independencia pero, además, tienen la ventaja respecto a los delincuentes de conocer a la perfección todo el desarrollo interno, por lo que les resulta más  fácil localizar posibles vulnerabilidades.

Medidas de seguridad


La cooperación entre los desarrolladores y los expertos en ataques informáticos no ha hecho más que empezar, porque el mundo de la conectividad y la conducción autónoma tiene un largo camino por delante y para su evolución es absolutamente indispensable garantizar la seguridad de los sistemas. Uno de los proyectos en los que está trabajando Audi es crear una arquitectura en red que aísla unos sistemas del vehículo de otros por medio de diferentes requisitos de seguridad, de manera que si uno es atacado con éxito el resto no se vean afectados automáticamente, es decir, que no haya un fallo en cadena que aumente el peligro.

Previsiones futuras


Hasta la fecha, la preocupación en la industria del automóvil ha sido la de proteger a las personas de las máquinas, pero el mundo cambia a una velocidad de vértigo y hoy es necesario también la protección a la inversa: mantener a salvo el coche del uso delictivo que quieran hacer con él los individuos. Además, en el futuro se abrirá una nueva línea de negocio que va a permitir al cliente contratar diversas funciones para su vehículo después de haberlo comprado. Es algo así como las actualizaciones de nuestros teléfonos, ordenadores o tabletas a las que tan acostumbrados estamos. Por ello, hay que definir con exactitud los riesgos de seguridad que cada sistema plantea y establecer cortafuegos para no poner nunca en peligro la integridad de los ocupantes.

Foto: Audi.