Expertos en mecánica, electrónica e
informática trucaban los vehículos para venderlos después como seminuevos.
Dentro
de la operación ‘Vino-12’ iniciada hace un año, los agentes del Grupo II de
Fraudes de la Policía Nacional han desmantelado en Málaga una trama dedicada,
presuntamente, a manipular el cuentakilómetros (odómetro) de los coches para
venderlos como más nuevos de lo que eran. Se baraja que la red, conocida en el
argot como los ‘relojeros’ y compuesta por los ahora 17 imputados, usaba tanto
concesionarios oficiales como empresas de compraventa de vehículos de ocasión
para su posterior distribución.
Esta
presunta estafa se destapó por las denuncias de particulares que sufrieron
averías en sus coches poco después de adquirirlos y por técnicos de las
estaciones de ITV, que también detectaron en las inspecciones las anomalías en
los cuentakilómetros. La estafa ha afectado a más de 30 personas, 83 vehículos
intervenidos y seis establecimientos registrados en Málaga.
Los
‘relojeros’ estaban integrados por mecánicos y expertos en electrónica e
informática capaces de hacer pasar un vehículo viejo en uno seminuevo
manipulando el cuentakilómetros.
Operación ‘Vino-12’
La investigación arrancó en
torno a una serie de establecimientos de venta de vehículos de ocasión. Aparte
del análisis de documentos, los agentes realizaron numerosos dispositivos de
vigilancia estática y dinámica que permitieron centrar las pesquisas en un
grupo concreto de personas. Así fue cómo, tras meses de seguimiento,
descubrieron el modus operandi de lo que la policía considera un “grupo
organizado” presuntamente especializado en este fraude. La primera conclusión
que obtuvieron fue que existía un claro reparto de funciones entre cada uno de
sus supuestos miembros.
Modus operandi
Mientras unos adquirían los
vehículos a bajo costo, otros pasaban el trabajo al mecánico “el relojero” que
trucaba el odómetro (duplicando el valor de mercado de los coches y
enmascarando el desgaste real de las piezas y el motor), y otro grupo
manipulaba los datos del kilometraje de las fichas técnicas. Según fuentes
cercanas a la investigación, hacían gestiones en las estaciones de ITV para
conseguir un duplicado del documento, o ellos mismos alteraban los datos.
Finalmente, se daba salida a los coches manipulados en el mercado de ocasión.
Cinco establecimientos de compraventa de vehículos multimarca y un
concesionario oficial fueron registrados por su presunta implicación en la
trama, hallándose un total de 282.345 euros en efectivo en cajas fuertes o
escondidos en huecos de los coches.
FOTO: Audi.