Un estudio publicado en la revista científica ‘Nature Communications’ por
un equipo de expertos de la Organización para la Investigación Industrial y
Científica de la Mancomunidad de Australia (Csiro), la Universidad RMIT y la
Universidad QUT afirma que las sales de baño tienen la propiedad de prolongar
la vida de las baterías recargables de litio que se usan en los vehículos
eléctricos, además de mejorar su rendimiento.
El proceso consiste en la inmersión de electrodos de litio metal en
una solución de electrolitos que contiene una mezcla de líquidos iónicos y
sales de litio, antes del ensamblaje de la batería. Este tipo de soluciones favorecen
la prevención de incendios y explosiones, algunos de los riesgos más conocidos
de las baterías recargables. Adam Best, investigador de Csiro, afirma que este
tratamiento previo reduce la descomposición de los electrolitos durante la
operación, que es lo que determina la capacidad de actuación y tiempo de
duración de las baterías. Además, acelera el desarrollo de la nueva generación
de soluciones de almacenamiento de energía, lo que podría ayudar a la superación
del problema del estrés de las baterías que afectan a la industria de los
coches eléctricos. “Nuestra investigación demostró que el tratamiento previo de
los electrodos de litio metal puede crear baterías con una eficiencia de carga
que supera a las baterías estándares de litio”, explicó Best.
La investigación tiene el potencial de mejorar la gama de vehículos
eléctricos y la carga de sus baterías para que puedan competir con los
vehículos tradicionales impulsados por combustibles fósiles.
Foto: Nissan.

Foto: Nissan.
