Fredica considera las opiniones de la
consejera contra el automóvil una desviación de la atención por los
problemas internos en el gobierno de Canarias
El Presidente de la Federación de
Importadores y Concesionarios de Automóviles, Rafael Pombriego, considera
lamentables las declaraciones realizadas por la Consejera de Obras Públicas del
Gobierno de Canarias realizadas este fin de semana contra el automóvil.
El Presidente de la Federación de
Empresarios considera que, como ocurre tantas veces, los políticos en problemas
buscan un enemigo exterior para desviar la atención sobre sus propias
incapacidades. En este caso, señala el Presidente de Fredica, le ha tocado al
automóvil.
La Consejera Onelia Chacón
declaró que había que decir “basta a la concepción de más coches, más
carreteras, en Canarias, porque, de no ser así, nos quedaremos sin islas”.
Para el presidente de los importadores es curioso que los políticos hablen
siempre de “coches” y omitan que detrás de esos “coches” hay automovilistas,
miles de automovilistas, que significan el 70% de la movilidad en Canarias y
que son igualmente ciudadanos con todos los derechos.
Por otra parte, señala Pombriego,
“estos políticos parecen que no tienen en cuenta que ese coche del que de
manera despreciativa habla la consejera, da empleo a miles de personas en el
archipiélago, desde el que lo vende, lo repara, lo asegura, gestiona la
matriculación, le pone gasolina, le pasa la ITV, lo vende de segunda mano,
vende repuestos, lo traslada en grúa, los descarga en nuestros puertos, lo
matricula…, por no decir todo el trabajo indirecto que genera esta maquinita
que suele ser el chivo expiatorio de libro de nuestros políticos”.
Para Pombriego, las declaraciones
de la Consejera no son sino el resultado de su nerviosismo por la crisis del
gobierno generada a raíz de sus declaraciones contradiciendo al Presidente del
ejecutivo canario con relación a los desequilibrios inversores en las dos islas
mayores.
Rafael Pombriego señala que
atacar al automóvil no es sino una fórmula populista y fácil de desviar la
atención con un tema que los políticos creen que se vende entre la opinión
pública utilizando el ya manido argumento del medio ambiente. Pero estos
políticos suelen olvidar que esos miles de coches están conducidos por miles de
ciudadanos que también votan.
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