La norma de calidad ECE R90 es, desde noviembre de 2016, obligatoria
para los discos de freno de repuesto de vehículos nuevos matriculados. Aunque
no esté prescrito por ley, el 90% de todos los discos de freno Meyle vendidos
satisfacen las exigencias actuales y, por tanto, también los discos para
vehículos más antiguos no afectados por la directiva. Hasta ahora, la norma de
calidad ECE R90 se aplicaba sólo a las pastillas de freno de repuesto.
Con la marca de certificación E, los talleres pueden garantizar que
los repuestos de frenos tienen características de rendimiento idénticas a las
de los productos originales. Con los componentes de frenos certificados de
Meyle, los talleres también pueden comunicar estas prestaciones a sus clientes.
Expertos independientes comprueban la funcionalidad y seguridad de los
componentes en pruebas extensas, en las que los discos deben resistir en
situaciones extremas un gran número de frenadas, sin ser afectados. Los criterios
base para los expertos que evalúan los componentes de frenos están establecidos
en la directiva ECE R90.
Además de satisfacer las últimas normas de seguridad, los discos de
freno de la línea de productos Meyle-PD también están protegidos contra la
corrosión gracias a la última tecnología de recubrimiento. Asimismo, en la
línea Meyle-PD se encuentran, entre otros, los discos de freno Meyle-PD con
alto contenido de carbono. Gracias a un aumento de la proporción de carbono,
estos discos son más rígidos a la torsión y térmicamente más resistentes que
los discos convencionales, además de reducirse la probabilidad de que se
presenten ruidos y vibraciones, y se aumente su vida útil.
Al mismo tiempo, en el taller se hacen superfluas dos operaciones: los
tornillos de fijación adecuados van adjuntos para un 85% de los modelos
aproximadamente, y los discos están “listos para el montaje” porque no es
necesario eliminar una película de aceite. Así, los talleres ahorran tiempo en
el montaje.
Foto: Meyle.
Foto: Meyle.
